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¿Cómo está la situación eléctrica de Ecuador?

Aunque los horarios de cortes han sido publicados solo hasta hoy, persisten dudas sobre la capacidad del sistema para garantizar un suministro continuo y sostenible.

La situación eléctrica en Ecuador sigue siendo delicada a pesar de la promesa presidencial de que los apagones terminarán mañana, 20 de diciembre de 2024.

Durante tres meses, el país experimentó apagones prolongados que se justificaron inicialmente por mantenimientos y luego por la crisis hídrica debido al estiaje. Sin embargo, factores como la falta de previsión han exacerbado la vulnerabilidad del sistema eléctrico nacional, particularmente en diciembre, el mes de mayor consumo energético. Ayer, con apagones de dos horas, la demanda superó los 4.000 megavatios, mientras que la producción apenas logró cubrirla.

El estado actual de las hidroeléctricas.

En condiciones normales, las hidroeléctricas generan entre el 80 y el 90 % de la energía nacional. Sin embargo, su aporte actual ha caído al 60-70 % debido al estiaje. Las lluvias recientes han permitido una leve recuperación de los caudales, como en el Complejo Hidroeléctrico Paute, donde las centrales Mazar, Molino y Sopladora operan con niveles mínimos. A pesar de ello, expertos advierten que estas reservas son insuficientes para prevenir futuras crisis.

Por su parte, Coca Codo Sinclair sigue siendo la mayor fuente de energía hidroeléctrica, con una producción que oscila entre 900 y 1.000 megavatios. El Complejo Toachi Pilatón, que recientemente habilitó una turbina, también ha sumado 68 megavatios y se espera que esté completamente operativo en enero de 2025, alcanzando una capacidad de 204 megavatios.

Energía adicional y generación termoeléctrica.

El Gobierno también recurrió a contratos con generadores eléctricos en El Salitral y Quevedo, pero estos han enfrentado retrasos significativos. De los 49 generadores previstos, apenas 23 están en operación, y los restantes podrían instalarse en enero. Este incumplimiento ha llevado al Ministerio de Energía a considerar sanciones y la terminación de contratos.

Por otro lado, el parque termoeléctrico aporta 1.050 megavatios, mientras que la energía importada desde Colombia ha contribuido con entre 350 y 400 megavatios.

Expectativas y desafíos.

Aunque los ciudadanos esperan la reanudación del servicio eléctrico sin interrupciones, persisten temores sobre la sostenibilidad de esta promesa. La vulnerabilidad del sistema eléctrico y la lenta implementación de soluciones estructurales dejan en evidencia que la crisis podría repetirse en el corto o mediano plazo.

Con lluvias pronosticadas para lo que resta de diciembre, se vislumbran mejoras temporales, pero el desafío de garantizar un suministro confiable y de largo plazo sigue siendo un tema pendiente para el Gobierno.