Ley del Adulto Mayor, reconocimiento a cuidadores y corresponsabilidad familiar

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Reconocimiento a cuidadores y corresponsabilidad familiar: esto establece la Ley del Adulto Mayor.
La Asamblea Nacional aprobó este 26 de diciembre de 2024, con 114 votos unánimes, la reforma a la Ley Orgánica de las Personas Adultas Mayores. Esta normativa introduce cambios significativos para garantizar un envejecimiento digno y saludable en Ecuador.
Cambios clave en la Ley de Adultos Mayores.
La reforma, compuesta por 114 artículos, una disposición general, cuatro transitorias, dos reformatorias y una final, incluye los siguientes puntos destacados:
- Reconocimiento a los cuidadores, con énfasis en quienes asumen este rol, especialmente mujeres.
- Corresponsabilidad compartida entre el Estado y las familias en el cuidado de los adultos mayores.
- Fortalecimiento de los centros gerontológicos, garantizando atención especializada.
- Implementación de mecanismos de supervisión y monitoreo para evaluar la calidad de los servicios prestados.
Hacia un envejecimiento digno.
Durante el segundo debate, legisladores y representantes de organizaciones sociales resaltaron la necesidad de un cambio estructural. Saúl Chalco, de la Asociación de Jubilados y Pensionistas del Azuay, enfatizó la importancia de contar con cuidadores especializados en los centros geriátricos. Además, recordó que la población de adultos mayores está en crecimiento y requiere mayor inclusión en la sociedad.
De acuerdo con datos del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), en Ecuador residen 1’520.590 personas mayores de 65 años, lo que representa el 9% de la población. De estas, cerca de 18.000 tienen más de 95 años y 2.738 superan los 100 años.
Sin impacto presupuestario inmediato.
Catalina Salazar, asambleísta ponente de la reforma, indicó que los recursos destinados a esta ley provendrán de asignaciones ya existentes y se aplicarán de manera progresiva. Por su parte, Paúl Buestán hizo un llamado al Estado para cumplir con los pagos adeudados a los centros gerontológicos y al personal encargado del cuidado de esta población vulnerable.
Con esta reforma, el país avanza en la construcción de un sistema que reconozca y valore los derechos de las personas adultas mayores, promoviendo una atención integral y de calidad.