Sangrienta jornada en cárceles de Ecuador este martes 23 de febrero
Actualizado a las 18:45 con información del titular de SNAI
Alrededor de las 16:45 de este martes 23 de febrero, el director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), Edmundo Moncayo, ofreció una rueda de prensa para referirse a los violentos hechos suscitados en tres cárceles del país, que dejan más de sesenta reos muertos.
Visiblemente consternado, Moncayo precisó que la cifra global de decesos es 62. Los reclusos eran de cárceles de Azuay, Guayas y Cotopaxi.
Previamente, la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), de la Policía Nacional, había anunciado que hasta las 15:00 eran 68 los reos fallecidos.
Moncayo detalló que 21 de los occisos eran privados de libertad (PPL) del Centro de Rehabilitación Social Masculino Guayas N. 4 (Guayaquil), 33 pertenecían al Centro de Privación de Libertad Azuay N. 1 (Turi, Cuenca) y 8 al Centro de Privación de Libertad Cotopaxi N. 1 (Latacunga)
La Dinased indicó que de los muertos en Azuay, 20 fueron decapitados.
El director dijo además que existen decenas de reclusos heridos.
No hay policías muertos
En su balance ofrecido a los medios de comunicación, Moncayo añadió que no existen policías ni funcionarios del SNAI fallecidos.
«Sí tenemos policías que han sido heridos», dijo sin precisar la cifra de gendarmes perjudicados.
Por su parte, la Dinased informó de un agente del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) que resultó herido durante las labores de control en la cárcel de Guayaquil, no obstante, la institución aclaró que se encuentra estable.
El director del SNAI dijo que 800 policías participaron este martes para retomar el control en los recintos penitenciarios.
Lucha por el poder
Para Moncayo el origen de este sangriento suceso parte de la muerte de José Luis Zambrano González, alias «Rasquiña», quien era líder de la banda «Los Choneros» y fue asesinado en Manta el 28 de diciembre de 2020.
«Todos esperábamos una reacción inmediata, sin embargo la reacción ha demorado», dijo el funcionario.
Señaló que el detonante de la ola de violencia fue un decomiso de armas de fuego en la cárcel de Guayaquil. Con estas armas se iba a «victimizar a los líderes de una de las organizaciones delictivas que se encontraban en el pabellón de máxima seguridad de la regional Guayaquil».
Moncayo mencionó que las bandas «Los Pipos», «Los Lobos», «Los Tigerones» y «Los Chonekillers» dispusieron el asesinato de privados de libertad en tres cárceles donde se encuentra el 70 % de la población penitenciaria del Ecuador.
Necesidades del sistema penitenciario
Moncayo pidió al Gobierno la asignación de más recursos económicos y humanos para poder contrarrestar la ola de violencia en las cárceles.
«Necesitamos mayor esfuerzo financiero y que se fortalezca el marco legal (…). Tenemos un déficit del 70 % de personal penitenciario», aseveró.
Manifestó que los agentes de seguridad penitenciaria requieren capacitación, además expresó que falta infrestructura en el sistema penitenciario de Ecuador en el que están incluidos unos 38.000 privados de libertad.
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